martes, 2 de septiembre de 2014

La biblioteca de Orión: El encuentro entre Isis y Arlequín

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Isis

Luego de que Anna me dejara en el sendero, muchas preguntas venían a mi cabeza ¿Cómo supo el mentor que estaría en ese preciso momento en el bosque? ¿O como sabia que mi padre conocía tal lugar? Empecé a caminar por el sendero, era un sendero muy hermoso con muchos árboles a los lados del camino.


Sabía que no debía demorarme puesto que en muy poco iba a amanecer y debía llegar con el mentor antes de ello. Seguí caminando, el camino era largo, era algo empinado, por ratos me costaba subir, cada vez me sentía más y más agotada, hasta que de pronto observo al mismo cuervo que se me apareció en el bosque. Cargaba una botella de agua, me acerqué al pajarito y el cuervo dejo caer sobre mis manos dicha botella, que gran placer sentí al tomar algo de agua para poder continuar mi camino. Proseguí con mi camino y parecía que ya estaba en la cima de la colina, por lo que podía ver a mi lado derecho el mar y el sol a punto de salir.


Sin darme cuenta encontré una banca con un hombre con una capa larga, un sombrero y una máscara que me recordaba a una película muy conocida que había visto.

-Hola Isis, te estaba esperando - me dijo aquel hombre, entonces escuchó un chillido, como de un ave, y era el mismo cuervo que me dio la botella, que se posaba sobre el hombro de aquel hombre.

-No te preocupes por "Sombra", es un ave muy inteligente y bien entrenada, yo mismo le indiqué que te ayudará, ven, siéntate. Y contemplemos el amanecer. - Añadió aquel hombre haciéndome un espacio en la banca para poder observar el amanecer.

La vista era espectacular, idéntica a la del libro que recogí de la biblioteca.

-Isis, creo que olvidé presentarme. Se levantó, se coloco ante mí e hizo una reverencia -Mi nombre es Arlequín, fundador de la biblioteca de Orión, escritor y poeta.

Yo me quedé asombrada -El placer es mío Arlequín - Le respondí muy contenta.

-Bueno, veo que has viajado de muy lejos para verme y me alegro que hayas querido alejarte de aquella triste sociedad que se ha embrutecido con la llegada de la TV, el Internet y ha olvidado lo más importante, la cultura - habló Arlequín..

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