martes, 15 de julio de 2014

Diario de un escolar. Cap. VIII: Diseñando



Capítulo I: Nuevos compañeros
Capítulo II: Trabajo de la discordia
Capítulo III: Día de trabajo
Capítulo IV: Una ingrata exposición
Capítulo V: ¿Amor a primera vista?
Capítulo VI: Los Talleres


Taller de Diseño
(Laboratorio de cómputo del Roosevelt)

Era una soleada tarde de otoño, eran alrededor de las 4 de la tarde, y los alumnos iban ingresando al laboratorio de cómputo del colegio.

Sara iba con un cuaderno rojo, un lapicero y algunos lápices para dibujar. Ella se sentó al frente y muy cerca al profesor, puesto que ella estaba muy interesada en aprender.

El profesor no llegaba, parecía que se había retrasado, pero Sara revisaba imágenes en internet para tener idea de que hacer.

Vladimir entró a la sala y vio a Sara e inmediatamente decidió sentarse a su lado y, obviamente, buscarle conversación. Sara vio a través de un espejo de la sala que se acercaba Vladimir y trato de retirarse, pero para su mala fortuna todas las computadoras estaban ocupadas. “’ ¡Oh no! ¡Con este idiota no!” Pensó Sara con cólera.

Vladimir se sentóa su lado, la miró y le dijo: “Hola guapa”. Sara se ofusca y le dio una bofetada a Vladimir “¡A mí no me vas a insinuar idiota!” – Gritó Sara enfurecida y se retiró del lugar, todos en la sala se reían y se burlaban de Vladimir, “Tranquilo gilerito” – gritó uno – “Primero te pega un debilucho y ahora… ¡te abofetea su hermana imbécil!” – Gritó otro. Vladimir estaba avergonzado, solo podía tapar su rostro por esa brutal humillación.

Mientras tanto Sara bajaba por las escaleras y sin querer se topó con el profesor, “Profesor Ríos, disculpe por no estar en su clase, pero me acaba de pasar algo muy vergonzoso” – Dijo Sara visiblemente alterada y le explicó el problema de Vladimir al profesor.

“Alumna, acompáñeme al laboratorio por favor” – Dijo el profesor a Sara, entonces ambos subieron, al llegar a la puerta el profesor le indicó a Sara que espere afuera; el profesor observó que había un gran alboroto “¡SILENCIO!” – Gritó, dicho esto todos se callaron. El profesor mira a Vladimir fijamente, lo señaló y le gritó: “Usted, ¡discúlpese con su compañera!” Todo el mundo se quedó frio, Vladimir se levantó, se acercó (a Sara y le dijo en voz baja: “Lo lamento Sara…”

Sara entró a la sala sin mirar a Vladimir.

El profesor vió que tenía todas las computadoras ocupadas, señaló a un alumno y le indicó que cambie de sitio con Vladimir.


“En fin, dejando este tema de lado, mi nombre es Humberto Ríos y soy el profesor de diseño grafico” Dijo el profesor escribiendo su nombre en la pizarra. “Sara, solo te quiero contar que aquí diseñamos los afiches y demás cosas para el colegio” Le indicó el chico a Sara.

“Gracias por el dato, por cierto… ¿Cómo te llamas?” – Preguntó Sara. “Ricardo” – Le contesto aquel chico. El profesor explicaba la actividad que harían a través de una presentación de Power Point. Sara y Ricardo conversaban, Vladimir los miraba desde el fondo y le daba rabia, pero el ya sabía que había metido la pata, y pensó que la iba a perder.

A medida que iba avanzando la clase se notaba que había algo que muchos de nosotros llamaríamos química entre ambos chicos. Vladimir trataba que no le afectara lo que hacía Ricardo, pero era inevitable pensar que coqueteaba con Sara.

“Me gusta tu diseño Sara, es bastante original” – Dijo Ricardo a Sara por un diseño que hizo para la clase. “Gracias Ricardito, y eso que no has visto nada jajaja” empezó a reír Sara.

“Lindo diseño alumna, espero que continúe así, diseñadoras con talento como usted, se necesitan en mi clase” – Felicitaba el profesor a Sara.

Vladimir trataba de lograr algo pero estaba sin ideas, además que los programas de dibujo nunca habían sido su punto fuerte.

Después de clase…

“Oye Sara, ¿Te gustaría… venir a mi casa?” – Preguntó Ricardo mientras ordenaba su mochila para salir. “Uhm, creo que no Ricardo, estaré ocupada hoy, será para otro día” – respondió Sara con algo de pena. “Bueno, no hay problema, solo espero que ese idiota de Vladimir no se te acerque, en verdad lo que te hizo hace rato fue estúpido” – Replicó Ricardo. “Espero que con la bofetada que le di aprenda a respetar” – Dijo Sara.

Vladimir salió rápidamente del salón muy avergonzado y apenado por el incidente con Sara

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